«Respiramos como vivimos y vivimos como respiramos, por eso la respiración consciente es una gran herramienta para “digerir” el estrés incidiendo sobre la mecá nica respiratoria», explica Sílvia de la Rosa, terapeuta de respiración consciente. «Al tomar conciencia de la respiración, contactamos con nosotros mismos y, me- diante distintos ejercicios, podemos ampliar la capa- ciudad respiratoria, es decir, mejorar la capacidad para tomar y soltar lo que nos llega, para desbloquearnos y revitalizarnos. Cuando sientas estrés, ponte de pie o túmbate, e inhala por la nariz contando hasta cuatro, retén la respiración contan do de nuevo hasta cuatro y expulsa el aire por la nariz, contando hasta cuatro una vez más. Repite todo el ciclo de respiración durante dos minutos, procurando que tanto la respiración y la apnea como la musculatura se relajen. Haz de nuevo el ejercicio alargando hasta ocho la inhalación y la echa lación», propone. El estrés es un mecanismo natural de defensa que asegura la supervivencia de nuestra especie. Pre para la mente y el cuerpo para la acción, focaliza la atención y pone en marcha todos nuestros recur sos para huir, atacar o congelarse. Estrés o distrés. Pero esta reacción positiva, en una sociedad sobrecar gada de estímulos, nos perjudica, porque el cuerpo se llena de hor monas del estrés como el cortisol, pero atado a la silla. «El estrés po sitivo se convierte en distrés cuan do este estado de alerta se cronifica y pone en jaque la salud», asegura María del Tura, directora del Insti tuto del Estrés (IDE) de Barcelona. Neutralizarlo. Según el carácter, la experiencia y las creencias de ca da uno, una misma situación pue de percibirse como una amenaza o como un reto. «Si aprendemos a dosificar, el estrés es positivo, y valorarlo así, en lugar de estigma tizarlo, es el primer paso para neu tralizarlo», dice Ana Lombard, au tora de Positive Stress (Urano, 2019). Pautas antiestrés. Atender nues tras necesidades más vitales, man tener relaciones sanas, relativizar, pedir ayuda, aprender a decir no de forma asertiva, son otras pautas para hacerle frente. Autofelicitarse. «Tras un pico de estrés es necesario regalar pausas sin culpabilizarse, como haríamos tras participar en un maratón para recuperarnos.